Cierra los ojos

-Lola: ¿por qué subes aquí?

-Mateo: porque me gusta leer frente al mar.

-Lola: ¿qué mar?

-Mateo: sí hay.

-Lola: ahí no hay ningún mar.

-Mateo: cierra los ojos y mira hacia allí…Ves el horizonte…bajando la gran montaña nevada…cruzando el río que surca las verdes praderas…donde la arena es blanca como la sal…hay un mar inmenso…el mar de las ballenas…A veces, cuando sopla viento del oeste…se pueden escuchar las olas chocando contra los acantilados…¿las oyes?

-Lola: ¿cómo es el mar?

-Mateo: azul.

-Lola: veo una niña.

-Mateo: ¿quién es?

-Lola: no lo sé.

-Mateo: a veces nos podemos ver a nosotros mismos como nos imaginamos.

-Lola: es sólo una niña.

-Mateo: a lo mejor eres tú.

-Lola: yo nunca he sido una niña.

-Mateo: perdona…no quería…

-Lola: no te preocupes, ya no está…Ojalá pudiera desaparecer como ella…

El Hombre de Arena.