Un domingo por la noche, estábamos en ésta habitación y él me dijo en voz muy baja…que yo no era como las demás personas…que la gente no me comprendería…que me darían órdenes, me dirían lo que tenía que hacer para convertirme en lo que ellos querían…que como yo era una niña…no podía hacer nada…que estuviera aislada…que no me metiera en líos para ser muy pequeña en el mundo[…]No cedas ni sigas el juego…Defiéndete de ellos como puedas…Sobrevive…Eso me dijo.
La Muchacha del Sendero.
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