También estaba mi prima Sonia, además de ser la mujer más guapa que había visto era una de las pocas personas con quien se podía tener una conversación seria.
-Sonia: Boris, mira esta hoja, es perfecta, y ésta.Mira, ah sí, creo que este es el mejor de los mundos posibles.
-Boris: bueno, ciertamente es el más caro.
-Sonia: ¿no es increible la naturaleza?.
-Boris: para mí la naturaleza, ya sabes, son arañas y chinches y luego eso de que el pez grande se come al chico y plantas carnivoras...todo, todo es como un enorme restaurante.Yo lo veo así.
-Sonia: sí, pero si Dios lo creó tiene que ser hermoso, aunque nosotros no lo comprendamos de momento.
-Boris: Sonia, ¿y si no hubiera nada?
-Sonia: Boris Dimitrovich ¿estás bromeando?.
-Boris: ¿y si fueramos un atajo de gente absurda que va y viene sin cuenta ni razón?.
-Sonia: pero si no hubiera nada la vida no tendría significado, ¿para qué seguir viviendo?, ¿por qué no suicidarse?.
-Boris: bueno, no nos pongamos histéricos, no tendría gracia que después de volarme la cabeza leyera en los periódicos que encontraron algo dentro.
-Sonia: Boris, deja que te demuestre lo absurda que es tu posición.Muy bien, digamos que no hay nada y que cada hombre es libre de hacer lo que quiera, entonces dime, ¿qué te impide que asesines a alguien?.
-Boris: el asesinato es inmoral.
-Sonia: la inmoralidad es subjetiva.
-Boris: sí, pero la subjetividad es objetiva.
-Sonia: no en ningún esquema racional de percepción.
-Boris: la percepción es irracional, implica inminencia.
-Sonia: pero el juicio de cualquier sistema o una prioridad de relación de fenómenos existe en cualquier contradicción racional o metafísica o al menos epistemológica de un concepto empírico abstracto como el ser u ocurrir en la cosa en sí o de la cosa en sí misma.
-Boris: sí, yo he dicho eso muchas veces.
La última noche de Boris Grushenko.
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